El final del Player Break ha traído consigo unos cuantos movimientos de mercado. El más destacado lo ha protagonizado FaZe, que ha traído a Kjaerbye de vuelta al Counter-Strike competitivo. El jugador danés, que militaba en North tras haber llegado a ganar un Major con Astralis, se había apartado del juego profesional durante un tiempo por problemas relacionados con el burnout.
Para hacerle hueco a su nuevo vikingo, el equipo ha tenido que prescindir de Bymas. El lituano llegó para cubrir la vacante de Olofmeister y, pese a que tiene un gran potencial, en ningún momento fue capaz de estar a la altura de un puesto que le llegó demasiado pronto. Aun así, a sus 16 años ya ha firmado con mousesports y será el sexto jugador de uno de los mejores equipos del mundo mientras completa su formación.
Kjaerbye tendrá una semana para aclimatarse a su nuevo equipo. Las vacaciones oficiales del Counter-Strike de primer nivel han terminado y el equipo disputará la próxima ESL One de Colonia a partir del día 19 de agosto. Finalmente, el torneo no se puede celebrar de forma presencial y se tendrá que disputar íntegramente en línea. Allí se darán cita también Team Heretics y MAD Lions, que defenderán los intereses de los clubs españoles.
El cambio en el quinteto podría pasar factura a FaZe en lo que respecta a clasificarse al próximo Major de Río de Janeiro. El equipo ha sufrido deducción de puntos por cambios en el quinteto en todos los torneos que ha jugado y se queda con un margen de 90 puntos con respecto a North. Esto obligará al recién llegado Kjaerbye y su nuevo equipo a darlo todo en el último torneo si no quieren depender de una carambola final.
La unión entre NEOM y BLAST ha sido duramente criticada. Los profesionales del sector han tardado más en posicionarse, pero de nuevo se han puesto del lado de la comunidad y han rechazado trabajar para la marca.
